Gaston
Naessens
Introducción
Ya comentamos con anterioridad los dos enfoques de
la
enfermedad representados por Louis Pasteur (el origen de esta es
externo, el virus) y su contemporáneo Béchamp
(origen
interno, el
desequilibrio
del cuerpo favorece la proliferación de virus, que siempre
están dentro y fuera de nosotros, y surge la enfermedad), y
como, a pesar del último
intento de Pasteur en su lecho de muerte de dar la razón a
su
contrincante, ya fue tarde, y su postura inicial ya había
arraigado en el sistema (que enseguida vió que parchear el
cuerpo con vacunas y tapar síntomas con
medicinas
sería más rentable que mantener el cuerpo fuerte
cuidándolo para no necesitar ningún
"apaño"
externo).
Medicinas milenarias,
como Ayurveda y China, coinciden con Béchamp. Y son mucho
más eficientes que el enfoque tecnológico de
nuestro
ilustre sistema (a pesar de que no cuenten con la publicidad de este
último que todos los días alardea de nuevos
logros,
mientras la práctica totalidad de la población
envejece o
agoniza de maneras inhumanas). Es más, sin falta de recurrir
a
estas medicinas, la mayoría de las personas que se
han
instruido en prevenir la enfermedad y mantener el cuerpo sano y fuerte,
cuidándolo cada día con alimentos naturales sin
químicos, y haciéndo todo lo mejor posible
(incluso la
gestión de las emociones), goza de gran salud, y en mi caso,
el
de mis hijos y otros parientes que así se cuidan, puedo
decir
orgulloso que no necesitamos medicinas químicas ni
practicamente
medicinas alternativas (plantas en realidad), y basamos nuestra salud
en la alimentación adecuada. Y esperamos continuar
así, o
mejor aun, y envejecer, si acaso, sin todos esos problemas
que
nos han hecho creer que son obligados en todo ser humanos, como las
personas mayores que conocemos que se cuidan como nosotros.
De
Béchamp a Naessens
"En un mundo de embusteros es el hombre recto quien pasa por
ser
un charlatán"
-
André Gide
"Los
partidarios de
Béchamp son numerosos. Varios han sido los que, a lo largo
de la
historia, han intentado hacer valer su teoría. Todos fueron
condenados al ostracismo, bien por la persuasión, bien por
la
fuerza. Las medicinas alternativas se fundamentan en la
teoría
del terreno de Béchamp. Son eliminadas y a quienes las
practican
se les prohibe su ejercicio. Las autoridades han logrado - y siempre
logran- imponer la medicina de Pasteur frente y contra todos. Frente y
contra el sentido común, frente y contra la naturaleza
misma.
Pero la última palabra siempre la tiene la naturaleza... !Ay
de
quién lo olvide! (por eso la medicina actual puede imponer
su
sistema, contra viento y marea, y convencer a la población,
pero
lo que no podrá es curar, o curar bien).
Durante mis investigaciones
solía encontrar una y otra vez el mismo nombre: GASTON
NAESSENS.
Pronto me dí cuenta de que era el
científico más boicoteado de nuestra
época.
Mi
conclusión fue que
debía ser el mejor ya que cuanto más se toma
parte en
mejorar la salud, mayor es el boicot de las autoridades. Esta regla se
ha confirmado.
Naessens inventó un
microscopio muy sagaz: permite ver a la perfección no
solamente
las pequeñas partículas (microzimas) descritas
por
Béchamp sino también las diferentes formas que
pueden
adoptar. Es capaz de deducir una enfermedad a partir de las formas
presentes en esas partículas. Es capaz de evaluar
el estado del terreno y
corregir sus deficiencias para evitar que la enfermedad aparezca: la
verdadera prevención.
En caso de que la enfermedad se haya declarado, ha inventado un remedio
que puede restablecer el
equilibrio del sistema inmunitario y permitir que los elementos
anormales vuelvan a la normalidad y el paciente recupere la salud ¿Ahora
comprenden por qué se
le boicotea?
La teoría
somatidiana:
La unión entre espíritu y materia
La
materia procede de la somátida
(que según el
vocabulario de Naessens es a lo que Béchamp llamaba
microzima).
La
somátida es la
partícula más pequeña de materia viva.
Forma parte
del origen de la materia. La encontramos en todas partes: en la materia
vegetal, animal, humana. Adopta cualquier forma: espora, bacteria,
bacilo, bastón. La somátida es la precursora del
ADN, y
por consiguiente de los genes. Si su cápsula se deteriora o
desaparece, se transforma en un virus.
La
somátida es
autónoma. Es la fuente de la
vida. Es inmortal. No puede
destruirse por ningún medio
físico o químico. Cuando morimos se transforma en
bacteria y se ocupa de la descomposición de nuestro cuerpo
en
sus componentes de base: oxígeno, hidrógeno,
carbono. Una
vez concluido su trabajo, la bacteria se convierte de nuevo en
somátida y regresa a la naturaleza, donde podremos
encontrarla
millones de años después.
La
somátida es un
condensador de energía. Condensa la energía
cósmica transmitiéndola a la materia. Es el nexo entre el
espíritu y la
materia.
Una
vez más, la
ciencia, en vez de alejarnos de una explicación
trascendental
(como se empeña la vieja guardia científica,
apoyada
más en dogmas que en ciencia), nos lleva a una
interpretación metafísica, al origen de la
creación, o más bien, a la naturaleza eterna de
la misma,
a semejanza de Dios o La Energía Inteligente que rige el
Universo.
Una prueba
auténtica: el
somatoscopio
Inventado por Gaston Naessens, el somatoscopio es
un
microscopio que permite - A CUALQUIERA- ver la somátida en
todas
sus variadas formas. Permite la
observación de la sangre fresca, viva.
Sabido es que los
microscopios de alta resolución -los
electrónicos-
trabajan sobre sangre tintada y muerta;
no pueden observar las somátidas en movimiento. Naessens, en
cambio, gracias a su famoso microscopio, ha podido describir el ciclo
completo de la somátida:
- en
un medio saludable:
somátida - espora - doble espora y retorno a
somátida.
Ciclo de tres (3) formas.
- en
un medio enfermo: la
somátida no vuelve a serlo tras la doble espora sino que
entre
en un ciclo de dieciséis
(16) formas diferentes.
¿Qué implicaciones prácticas tiene
esto?
Significa que cada individuo
puede sentarse junto a su terapeuta y mirar su sangre viva en el
somatoscopio o en la pantalla de un monitor. Cada persona puede ver por
sí misma el estado de su sistema inmunitario y determinar el
estado de su salud. Disponemos de ese inmenso poder. Nada comparable a
una cifra suministrada por una máquina, anotada por un
técnico y trasmitida telefónicamente por una
secretaria.
Nos convertimos en nuestros propios médicos, somos
conscientes
de controlar nuestra propia salud: la vemos, la evaluamos, podemos
modificarla y seguir su evolución. Cualquier terapeuta que
sepa
manejar un microscopio puede observar la somátida en
acción, basta con incorporar un condensador concebido para
ello
y fabricado para adaptarse a los microscopios ordinarios. Es
así
de simple.
Una
prevención de verdad:
mejorar la salud
La información de la sangre en el
somatoscopio nos
permite situarnos en alguna de estas tres posibilidades:
- Nuestra
somátida esta
en muy bien estado = buena salud.
- Nuestra
somátida
presenta algunas anomalías = mala salud.
- Nuestra
somátida
presenta diversas formas = enfermedad instalada.
En la fase 2, la
enfermedad
todavía no se ha instalado. Si corregimos las causas de
nuestra
deficiente salud, la prevendremos y no aparecerá.
¡Esta es
la verdadera prevención! Tomemos un caso de cancer por
ejemplo.
Un año o dos antes de la aparición del tumor, la
somátida empieza a presentar anomalías, aunque
todavía no ha cambiado de forma.
Es
el estado precanceroso.
-
Si en este momento reestablecemos nuestra salud, el tumor no
aparecerá.
-
Si en este momento no reestablecemos nuestra salud, el
tumor aparecerá.
Es
el estado canceroso. La
somátida inicia su gran ciclo de
16 transformaciones. La enfermedad se acomoda. Pero todavía
no
estamos muertos.
N.B.: Existen teorías científicas de
peso, ajenas
al sistema cáncer-negocio dominante, que afirman que cuando
el
paciente nota los primeros síntomas del cáncer y
se
detecta el tumor, este ha estado desarrollándose por tiempo
duradero, y en el momento de detectarlo es cuando el
cuerpo
está tomando medidas para reestablecer la salud. Pero, las
fatídicas técnicas para extirparlo
(cirujía) e
intoxicar el cuerpo (quimio y radio), no hacen sino interrumpir su
acción sanadora y someter a peores condiciones al cuerpo. La
muerte acaece porque el cuerpo no aguanta el ataque extra al que se le
somete. Como veremos en el siguiente apartado y otros similares en esta
web, hay varias alternativas con índices de éxito
muy
superiores a las fatídicas técnicas actuales de
mutilación y envenenamiento (por descontado que con menores
o
nulos efectos secundarios o "metástasis"). Es decir, se
podría evitar que surgiera la enfermedad con un simple
seguimiento de cada paciente, pero, aunque no se lograra, aun
no
estamos en peligro de muerte, sino que podríamos tratarnos
con
terapias naturales, asequibles a cualquier bolsillo e inocuas que
favoreciesen el reestablecimiento de la salud en el cuerpo.
Sólo
hay un problema: que las multinacionales que se lucran del negocio del
cáncer tendrían que cerrar. Difícil?
Al
tiempo.
Un tratamiento
eficaz: el 714-X
Una vez instalado el cáncer, no todo
está
perdido, ni mucho menos. Si hemos podido darnos un cáncer,
también podemos quitárnoslo. Esto es la
sanación.
Da igual lo que digan las estadísticas. Estas hablan de las
personas que se ponen en manos del sistema cáncer-negocio,
pero
fuera de él el éxito no es tan excepcional. Hay
que
buscar a fondo las causas de nuestra mala salud. Con la ayuda de
nuestro terapeuta, pasemos revista a nuestras condiciones de vida:
físicas, emotivas, mentales y espirituales. Corrijamos las
defectuosas y mejoremos todas. Curar es corregir la causa de la
enfermedad.
Esta
iniciativa, al
profundizar, puede llevar cierto tiempo. Entretanto, podemos recuperar
la buena salud, restablecer nuestro sistema inmunitario. Para ello
Naessens ha logrado un remedio, el 714-X, qu se inyecta en la linfa;
algo que podemos hacer nosotros mismos.
El
714-X no tiene efectos
secundarios. No cura la enfermedad (cáncer u otras) ya que
sólo nosotros podemos hacerlo, pero recupera nuestra salud.
Vuelve el apetito, ganamos fuerzas y la energía que
habíamos perdido. Estamos en disposición de
corregir las
causas originales de nuestra enfermedad y de curarnos. Si no lo
hacemos, la enfermedad permanecerá.
En el
somatoscopio podemos comprobar
fácilmente los efectos del 714-X sobre nuestra salud. Tras
un
tratamiento de tres semanas (para el cáncer) se ve
cómo
la somátida retorna a una apariencia casi normal. Es decir,
podemos seguir la evolución de nuestra salud con
regularidad,
durante y después del tratamiento.
Para
más información
sobre el 714-X consultar: www.cerbe.com
(sólo en inglés y francés)
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